domingo, 14 de febrero de 2010

BLANCO POLAR



De camino miramos el cielo oscuro y vimos esa estrella fugas que nos acompañaría todo el camino.
A la vuelta un manto blanco de nieve y niebla inundaba nuestros ojos. El coche negro no se distinguía sino como una mera mancha blanca en el asfalto. Mis ojos veían en blanco, todo en blanco, blanco y más blanco, de repente nos sumergimos en la nube blanca, rodeado toda de copos.
Cuando al final pude ver más allá, no se donde estaba. Estaba inmersa en un sueño celestial, estaba sobre esa estrella fugaz del principio, no sabía donde me encontraba, pero era todo tan real que no me podía imaginar que estaba soñando.

Granada febrero 2010

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