David (9 años) le tiene miedo al viento, como puede enfrentare a su miedo, si no lo ve, hace ruido, entra sin llamar, lo rodea, lo atrapa, lo maneja como quiere, como explicarle que no le puede hacer nada dentro de clase, que en el taller esta a salvo.
En la última clase de Teoría de Arte Contemporáneo [dada por uno de los mejores profesores que he conocido], el viento parecía que iba a arrancar el techo de lata que tenemos en la facultad, ¡en clase puede pasar de todo! He pensado… menuda contradicción, o donde se ha visto que un aspa de un molino de viento, venga a aterrizar a una clase de pintura?
Esta facultad está en el epicentro de las cosas extrañas, podrían venir los de cuarto milenio y hacer un estudio a fondo. Suelos que se hunden, paredes que se rajan, alumnos que caen rodando por escaleras mal regladas, aparcamientos que corren el riesgo de que los días de lluvia se desplomen rocas sobre nuestros coches, paredes limpias y pulcras sin ningún pintarrajo por prohibición de expresión artística, profesores que son máquinas de no hacer nada, y para uno que merece la pena se va a tomar por culo, si si, a tomar por culo, a Estados Unidos para ser exactos, alumnos que se quejan si tienen que estudiar, una tienda que hace de cantina, ordenadores que formatean borrando tu trabajo, limpiadores que tiran tus esculturas, maquinas de alimentos que se quedan atrapadas sin sacar el producto que has pagado, suelos recorridos por gusanos que se hacen bola si los tocas… Como digo, el epicentro de los colmos se encuentra en esta facultad, menos mal que al ser de arte se toma todo como con guasa, y sacamos de todo eso el fruto de nuestra inspiración, y todo esto fruto del viento, el viento que movió todo de sitio y ahora no encuentro lo que estaba buscando, ¿Dónde esta la fachada de la universidad donde estaban las escaleras en las que nos sentábamos a pasar las horas muertas?... este aire en movimiento lo esta recolocando todo en su sitio ... en otro sitio, ahora tenemos que buscarlo…
En la última clase de Teoría de Arte Contemporáneo [dada por uno de los mejores profesores que he conocido], el viento parecía que iba a arrancar el techo de lata que tenemos en la facultad, ¡en clase puede pasar de todo! He pensado… menuda contradicción, o donde se ha visto que un aspa de un molino de viento, venga a aterrizar a una clase de pintura?
Esta facultad está en el epicentro de las cosas extrañas, podrían venir los de cuarto milenio y hacer un estudio a fondo. Suelos que se hunden, paredes que se rajan, alumnos que caen rodando por escaleras mal regladas, aparcamientos que corren el riesgo de que los días de lluvia se desplomen rocas sobre nuestros coches, paredes limpias y pulcras sin ningún pintarrajo por prohibición de expresión artística, profesores que son máquinas de no hacer nada, y para uno que merece la pena se va a tomar por culo, si si, a tomar por culo, a Estados Unidos para ser exactos, alumnos que se quejan si tienen que estudiar, una tienda que hace de cantina, ordenadores que formatean borrando tu trabajo, limpiadores que tiran tus esculturas, maquinas de alimentos que se quedan atrapadas sin sacar el producto que has pagado, suelos recorridos por gusanos que se hacen bola si los tocas… Como digo, el epicentro de los colmos se encuentra en esta facultad, menos mal que al ser de arte se toma todo como con guasa, y sacamos de todo eso el fruto de nuestra inspiración, y todo esto fruto del viento, el viento que movió todo de sitio y ahora no encuentro lo que estaba buscando, ¿Dónde esta la fachada de la universidad donde estaban las escaleras en las que nos sentábamos a pasar las horas muertas?... este aire en movimiento lo esta recolocando todo en su sitio ... en otro sitio, ahora tenemos que buscarlo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario